Ayer, los alumnos de los dos primeros trabajaron con las palabras, recordaron sensaciones y hechos relacionados con la lectura y establecieron vínculos entre los diferentes personajes y las realidades históricas que les tocaron vivir.
Las palabras fueron gatillos, estímulos para mentes y corazones, y sobre una rayuela muy particular midieron cuán cerca del cielo o del infierno las vivieron Josef, Hanna, Émeline, Carlo, Dawid, Priort... y todos los niños de esa época.
¡Bien por los chicos que se animan a esta aventura de crear!